Gonzalo de Castro: “Sería un cretino y un ingrato si no dijera que ‘7 Vidas’ me dio la vida”

By 18 de gener de 2023 gener 30th, 2023 cultura

Estudiaste Derecho, pero nunca llegaste a ejercer. 

Nunca. De hecho no me colegié. Para serte honesto, que lo voy a ser, estudié la carrera de Derecho porque tenía la sensación que debía devolverles a mis padres, de alguna forma, el esfuerzo que habían realizado. Y una vez que terminé los estudios, me fuí a hacer teatro. (Ríe) 

La cosa fue que yo tenía una “novieta” que estudiaba teatro en la Escuela Superior de Arte Dramático y —así, como quien no quiere la cosa— empecé a ir de oyente, a curiosear lo que hacían… Y poco a poco empezó a llamarme cada vez más la atención. Tanto, que ese mismo verano fuí a preguntar qué hacía falta para presentarse a las pruebas de acceso y me dije: “Lo voy a intentar”. 

Y te salió bien.

Y para mi desgracia, me cogieron. (Ríe) No, bromas aparte. Me refiero a que fuí sin ninguna expectativa, simplemente quería probarlo. También te digo que estaba totalmente aterrorizado. Imagínate, un estudiante de Derecho que se sube por primera vez a un escenario. Claro, no mueve ni un pie. (Ríe) Pero bueno, algo verían en mí. 

¿Te fue fácil empezar?

No, porque yo iba con hambre… En el sentido de que a diferencia del resto, que tenían 17-18 años, yo tenía 25, y además había dejado atrás una carrera para intentarlo. Evidentemente mi urgencia, mi reloj, iba a otra velocidad. Yo pensaba: “Lo pruebo y si en dos años no funciona, me voy al despacho”. Esa era mi angustia, de decir: “¿Qué estoy haciendo?”. En realidad, me estaba tirando a un pozo sin saber si había agua. 

Por suerte, sí que había.

Bueno, pero el agua vino mucho después. Al principio me busqué la vida e hice cositas como pude, pero no te voy a engañar, fue durísimo. También eran otros tiempos. No era como ahora que hay una sarta de plataformas, ochenta canales… En aquél momento, había una serie de actores que trabajaban y el resto éramos gente que “intentábamos hacer algo”. 

No fue hasta el año 91, cuando me presenté a una audición y Lluís Pasqual me cogió, que empecé a sentirme dentro de la profesión realmente. Allí empezaron a cambiar las cosas. 

‘7 Vidas’ marcó a toda una generación. ¿Qué recuerdo guardas de esa época? 

Buenísimo. Sería un cretino y un ingrato si no dijera que ‘7 Vidas’ me dio la vida. Sobre todo me dio algo muy importante que es la visibilidad. De repente dejé de ser un espectro que iba por ahí y empecé a aparecer en televisión todos los domingos. Y así, llegó la popularidad. 

Y ‘Doctor Mateo’, que también funcionó muy bien. 

Sí. ‘Doctor Mateo’ fue una serie muy bonita. Conocí a compañeros estupendos y a Natalia, con la que tuve una historia personal. Esas cosas que ocurren en la vida. 

Lo que fue una pena es que terminó de una forma muy brusca. Nosotros teníamos la idea de hacer dos temporadas más, y de repente, se paró. De un día para otro, nos dijeron: “Chicos, estamos grabando el último capítulo”. 

Y sin ninguna explicación, entiendo. 

No, claro. Ninguna. (Ríe) Las cadenas no te dan explicaciones de ningún tipo. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Pues mira, te voy a decir una cosa… Cuando uno se dedica a lo que le gusta, nunca tiene que trabajar. Y yo en ese sentido me considero un privilegiado. Si tienes la fortuna de vivir dignamente dedicándote a lo que te gusta, has tocado el cielo.

¿Qué le dirías al Gonzalo del pasado?

Que el viaje mereció la pena. Sin duda. 

¿Llevas bien el hecho de ser reconocido?

Sí. Lo llevo muy bien porque entiendo, además, que si yo estoy aquí es porque la gente así lo ha querido. Es decir, lo que yo no concibo es que una persona te pida una foto y le digas que no. O sea, que equivoques realmente quién eres. Al final, si estás donde estás es porque la gente te ha llevado a ese lugar. 

¿Y cómo llevas las críticas? Intuyo que bien.

Las encajo perfectamente, sí. Porque, a ver, uno ni puede ser amigo de todos ni tiene que gustar a todo el mundo. Y aparte, creo que van muy bien también como contrapeso para el ego y la idiotez. Así que las acepto todas, las buenas y las malas. Uno está aquí para jugar con todas las raquetas.

¿Tienes algún papel pendiente?

Todos los que no he hecho. (Ríe) ¡Fíjate si tengo!

Y de toda tu trayectoria profesional, ¿de qué proyecto te sientes más orgulloso?

De ‘Tirano Banderas’. En el año 92 hicimos una puesta en escena del texto de Ramón María del Valle-Inclán, que dirigió Lluís Pasqual, con la que hicimos una gira por España y América. Para mí, eso fue como un bautismo de oro. Allí entré en la edad adulta, profesionalmente hablando. Me ví refrendado por un gran director, que hoy en día es un gran amigo mío, y por todo un equipo que apostaba por mi. Hicimos un trabajo extraordinario. Fue una gira inolvidable. “Lluís Pasqual Tirano Banderas”, googléalo, ya verás. 

Hasta el 5 de febrero podremos verte en el Teatro Goya representando ‘Plátanos, cacahuetes y lo que el viento se llevó’. ¿Por qué recomendarías esta obra?

Porque es el mejor título que hay actualmente en la ciudad de Barcelona. Es un texto brillante, inteligente… Una comedia alta y elegante. No es nada burda, de hacer reír por reír. Y porque tiene una crítica social profunda, donde se habla de lo que hicieron en América con los judíos. Y, por supuesto, por su extraordinario director gaditano, José Troncoso. Hay chirigota. (Ríe) Mucho humor y muy bien instalado. Vamos, que el público paga 12 y disfruta 14.

Y por último, no ahora pero, ¿tienes intención de jubilarte?

Pues no lo sé, no me lo he planteado aún. Tengo todavía mucha caña que dar. Evidentemente llegará un día en que me tendré que marchar, pero me marcharé silbando. (Ríe) Como aquella frase magnífica que dijo Montaigne en uno de sus ensayos: “Que me haye la muerte plantando flores, indiferente a ella y a las imperfecciones de mi jardín”. Así tiene que ser. Y cuando tenga ochenta años, ya veré si me voy a mi casa del campo a beber vino. Que seguramente es lo que voy a hacer. (Ríe) ¿O no? Es un buen plan.

Leave a Reply


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.