Malena Alterio: “‘Que nadie duerma’ es una película que no te da respuestas, pero sí te plantea muchas preguntas”

By 17 de novembre de 2023 cultura

Hoy se estrena ‘Que nadie duerma’. Para ti, ¿cuál ha sido la parte más emocionante de todo el proceso? 

Bueno, yo creo que todo. Se ha ido cocinando a fuego lento, como quien hace unas lentejas y va comprando todos los ingredientes. Lo que pasa que reconozco que yo, de primeras, soy un poco escéptica. Y cuando me lo propusieron, sí que me ilusioné, pero estaba como muy dubitativa. Al final, afortunadamente, toda esa incertidumbre fue desapareciendo. 

Pasaron como tres años desde la propuesta hasta que empezamos a trabajar. Y hasta hoy ha sido —y está siendo— una aventura muy especial, de la que me siento muy orgullosa. Y muy complicada de hacer, también. Me acuerdo que cuando leí la novela pensé que era demasiado compleja para llevarla al cine. Pero bueno, luego pasó el tiempo y afortunadamente los productores y el director consiguieron todas las ayudas y el dinero necesarios. 

Con tantas dudas, ¿qué fue lo que te convenció para seguir adelante con el proyecto?

No, no. El sí, ya estaba desde el principio. Porque, bueno, sabía quién era Pedro Hernández y las propuestas, y el cine que él construye, me interesan siempre. Todo lo que ha hecho, me ha gustado. Entonces, partiendo de que el productor me gustaba y de que la novela de Juan José Millás me encantaba, lo tuve claro. Y además, cuando conocí a Antonio Méndez Esparza, el director de la película, me dio muy buen rollo, y aunque había cosas que no llegaba a entender, ya me fui calentando y entusiasmando. 

¿Qué te pareció el guion la primera vez que lo leíste?

Bueno, es que el guion se fue haciendo a medida que avanzaba la película. En un primer momento, había muchos extractos sacados literalmente de la novela. Quiero decir, sí que había un guion, pero es como que no estaba del todo trabajado. De hecho, Antonio me dijo: “El guion ahora mismo es este, pero puede ser que más adelante no lo sea”. (Ríe) 

¿Y lo terminó siendo? 

No. (Ríe) De hecho, durante el ensayo también fueron desapareciendo muchas cosas del guion y no fue hasta el rodaje que se terminó de ir haciendo. Ya te digo, fue un trabajo a fuego lento y también improvisamos muchísimo. 

¿Cómo preparaste el personaje de Lucía?

Me apunté a clases de canto con Rita, que es mi profesora de música, estuve conduciendo con una taxista maravillosa que me paseó por Madrid durante una semana… En definitiva, estuve llenándome del mundo de Lucía y preparándome un poco cómo quien va a correr una maratón.

Y también ensayando e improvisando mucho con Antonio, para ver cómo trabajaba él y que él viera como lo hacía yo. Todo eso fue un trabajo previo importante.

Con tanta improvisación, tiene aún más mérito el resultado.

Bueno, es la forma de trabajar de Antonio. Yo muchas veces no sabía para dónde iba y tenía que confiar plenamente en que lo que estábamos haciendo iba a llegar a buen término, porque la improvisación muchas veces es sucia, imprecisa…

Sí. Puede salir bien, pero también puede salir mal.

Exacto. Y también, puede que nos vayamos a sitios que no nos interesa contar. Y claro, todo eso hay que transitarlo y vivirlo. Yo me acuerdo de que cuando llegaban Aitana, Rodrigo o cualquier otro actor, siempre me miraban “un poco de reojillo” como diciendo: “La manera que tiene este señor de trabajar, ¿es como muy rara, no?”. Y yo les decía: “No pasa nada, tranquilos”. (Ríe) Porque claro, cómo yo lo vivía día a día, pues confiaba. En la improvisación uno está a ver qué pasa, porque puede derivar en cualquier cosa. 

¿Te costó pillarle el punto a Lucía?

Es que bueno, como Lucía se fue dando —es decir, no es que hubiera una construcción del personaje desde el minuto 1, sino que fue apareciendo— no se terminó de construir hasta el final, cuando ya se completó con la música, en el montaje. Porque ya te digo, con todas esas improvisaciones, había muchísimo material como para hacer “muchas Lucías”. Si le hubieran querido dar otro color o ponerle el acento —por ejemplo— en su maldad o en su sentido del humor, podrían haberlo hecho. 

Y la Lucía que terminó siendo, ¿es la que te habría gustado?

Sí. ¡Me encanta, me encanta! Creo que es perfecta porque es completa, justa y creíble. Y yo creo que esta cosa que tiene Millás de confundir, de no saber a ciencia cierta si eso que ves es real, si es mentira… está muy chulo también. Creo que entre todos hemos hecho un trabajo muy guay.

Y por último, ¿por qué hay que ir a ver ‘Que nadie duerma’?

Porque creo, realmente, que es una propuesta diferente. Es una película que te va a desconcertar y te va a mantener enganchado. Y, sobre todo, porque es una película que no te da respuestas, pero sí te plantea muchas preguntas. Y eso, te permite al salir irte a tomar una caña con tus colegas y empezar a discutir, a ver qué es lo que habéis visto. Y eso ya… ¡Es oro!

Leave a Reply


The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.